Domingo fúnebre

Silencio es lo que emana mi cuerpo, silencio. Soy como un cajón de resonancia, la música, las risas, los murmullos del juego, todos esos sonidos típicos de los bares que deberían haber cerrado hace ya horas y siguen abierto con los jugadores y bebedores de turno.

Cuatro jugadores de cartas, tres farloperos, dos fumetas y un pastillero. Bonita combinación. Pienso en todas las noches como esta, en todas porque cada una encierra su historia, como aquella noche en que Lolyn bebió demasiado, se durmió en la tienda campaña con Belén y a media noche se levantó con un ataque de tós, todos creiamos que lo hacia de coña mientras él yacía en el suelo tosiendo echando babas y pidiendo ayuda, a la vez que yo le iba dando patadas ehandolo de la tienda partiendome el culo. Al dia siguiente se sentia morir y no paraba de vomitar como un cosaco, creí que no lo contaba jeje!!.

Desfasar eso es lo que debo hacer, parece que se lo están pasando en grande, oigo risas de fondo ¿de qué se reirán tanto? Intento poner atención, pero enseguida estoy pensando en otras cosas y al poco dejo de pensar. Estoy a gusto, muy fumado y bastante bebído, pero estoy entre amigos es lo que me importa, lo único que me puede pasar es que tenga que aguantar el cachondeito una semana si soy el primero en quedarse k.o.

Mañana tendré un dolor de cabeza horroroso, será mejor que me pida un vaso agua, su voz me llega lejana aunque esté sentado en el taburete de al lado, que si quiero otro legendario me pregunta el Porras, mejor un vaso agua, le digo. Venga ya Chaleco, ¿cómo te viá a poné agua? me dice Salva esta es la última y la invito yo y nos vamos. He tomado ya varias últimas esta noche y no deseo matar más mi hígado, pero el alcohol me emparanolla tanto que no tengo ganas de discutir. Sólo espero que mañana me acuerde de todo lo que he hecho hoy.

Me fastidia levantarme y no saber seguro si vivi todo aquello o simplemente lo soñé, aunque me fastidia más que dudarlo intuirlo por la ausencia de abultamiento en mi cartera es un coñaso ver lo que has gastado sin acordarte. Mañana me va a doler la cabeza, menos mal que es domingo. Sí, seguro que sí, seguro que este domingo será una calcomanía de tantos otros. Si hiciera una apuesta diciendo lo que haré mañana minuto a minuto, seguro que la ganaría.

A las nueve me levantaré iré a mear me beberé medio litro de agua y de nuevo al sobre. A las dos y media me levantaré después de llevar una hora despierto, pero sintiéndome incapaz de soportar el dolor de cabeza que ahora es bastante fuerte, pero que aumentará aún mas en cuanto me ponga de pie. Me siento a comer o simulo que lo hago para que no se me note la resaca mejor espero un par de horas, cuando termine la peli infantil del mediodia me duermo una siesta y al despertar un buen bocata y una coca cola.

Después de comer, claro, chatear un poco con la peña y otra siesta, lo que no sé si esa siesta empalmará con el sueño nocturno o me despertaré a tiempo para ver la película de la noche, eso depende de cuantas últimas más me tome hoy. Lo peor y lo mejor son la misma cosa, si me preguntasen si desearía estar en otro lugar esta noche, la respuesta sería que no.

Me alegra saber que estoy donde quiero estar y con mis colegas, me entristece querer estar aquí, porque a estas horas, sólo se puede estar de una manera, no se puede estar siempre en ese extásis, tengo que asumirlo y dejar de hacer buenos propósitos que nunca cumplo y no me llenan para nada, soy un desastre de hombre que se le va hacer?, en fin debo de hacerle caso a mi ego y aprobechar lo poco que queda de noche para dormir, aunque ya esta amaneciendo y yo pensandote nena :__(.